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Que se desencajen las baldosas a mi paso,
que se abran simas.
Que se desplomen las paredes
sobre mí que en tu regazo supliqué.

Ya no danzo al son de los tambores.
COMO LA CABEZA AL SOMBRERO
El Último de la Fila

Punto dulce

Desde hace un par de años estoy jugando a padel. Comencé por probar y, como suele ocurrir cuando pruebas algo nuevo, si te gusta te aficionas. Y eso es lo que ha ocurrido, que me estoy aficionando y disfrutando de este deporte, aunque tengo la sensación de que contra más juego menos sé. Pero no es de mi nivel de padel de lo que quiero hablar sino de algo relacionado con este mundillo. Como quiero comprarme una nueva pala, he entrado en webs y foros especializados. Y me llamó mucho la atención un concepto al que se hace referencia para hablar de las palas; el punto dulce. Sin profundizar en el tema, y desde la visión de un aficionado, podríamos definir el punto dulce de una pala como el equilibrio entre la potencia y el control, dos de las características principales de este deporte. Y ese punto dulce no deja de ser una metáfora de la vida. La mayoría de ocasiones cuesta equilibrar esa balanza, buscar el punto justo en que no se decante hacia alguno de los extremos. Lograr alcanzar ese punto es complejo, pero cuando se consigue la recompensa es hartamente gratificante.

Quinquagésima punto cero

Retomamos el blog. Por quincuagésima vez. Se inicia una nueva campaña, marcada por lo habitual por estas fechas, fijarse retos con los que afrontar este último tramo de año. En septiembre comienza la nueva temporada de curses y este año me he propuesto hacer todas las carreras que pueda de la 10K. De hecho, en el horizonte cortoplacista planea la posibilidad de correr la Mitja Marató de Barcelona. Son palabras mayores. Lo máximo que he corrido han sido 15 kilómetros, aunque esa experienciame motiva para probar el nuevo reto, porque acostumbrado como estaba a las carreras de 10 kilómetros, esos 5km. adicionales no supusieron ningún trauma, más bien todo lo contrario. Aparte del running hay que diseñar nuevos objetivos. Sí, está claro que uno de ellos es el de siempre, escribir, pero escribir en serio. Es el que más me cuesta y no sé si lo voy a lograr, por ahora no soy demasiado optimista (más bien realista).Pero bueno, todo es ponerse, y eso es precisamente lo que no logro, encontrar ese momento que dé pie a crear una historia. Se me antoja complicado, pero ya veremos. El tiempo lo dirá.

20000 campeones

El domingo; ayer, corrí un tramo de la Marató de Barcelona. Acompañaba a una buena amiga en su andadura (Odisea) de 42 kilómetros y 195 metros. Se dice pronto.
Tal como convinimos el día anterior, la esperé en el kilómetro 28. Desde ahí hasta el final, esa era mi consigna y mi aportación a su carrera, el tratar de animarle durante ese último tercio del recorrido.
Estaba nervioso, no llevaba dorsal, pero algo me hacía presagiar que esos kilómetros de alguna manera me iban a marcar. Y me sorprendieron. Muy gratamente.
Las sensaciones que se experimentan a lo largo del circuito son difíciles de explicar con palabras. Son eso, sensaciones. Sensaciones que te perforan, que te impregnan del buen rollo que se respira en esa competición. Competición quizá no sea la mejor palabra para definir a una Marathon, quizás hasta sea un antónimo.
Durante esos 14 kilómetros la animamos (en alguno de los tramos éramos hasta tres los que corríamos a su lado) y ella nos animó a nosotros. Compartimos agua y bebidas isotónicas, risas y lamentos. Hicimos de gregarios, porque de eso se trataba, de ayudarle a alcanzar su objetivo.
Pero no estábamos solos. A lo largo del recorrido la gente se agolpaba en los arcenes, en los chaflanes, en los balcones, detrás de las vallas publicitarias, en cualquier recoveco encontrabas a alguien que aplaudía, jadeaba y te alenteba a continuar leyendo en alto el nombre que figura en el dorsal. Tamborileros, grupos que actuaban en escenarios ubicados para tal ocasión y un largo etcétera.
Hubo secuencias que nunca olvidaré, como por ejemplo cuando nos pasó un grupo de chicas (creo que inglesas) que vestían con la misma camiseta que decía "en memoria de" y el nombre y la foto de una chica de su edad. O una pareja, supuse que matrimonio, que empujaban la silla de su hijo tetrapléjico. O la colla que se relevaba con el cabezudo que pesaba 45 kilos.
En fin, como digo, no hay palabras para describirlo. Si estar detrás de la valla te eriza la piel, recomiendo a todos probar desde dentro, aunque sea un par de kilómetros.
Admiración total por esos 20.000 campeones que lograron cruzar la meta.

Grande Mª José!

De casinos, putas y panderetas

Escucho hablar en la radio sobre “Eurovegas”, un proyecto que supondría implantar un macrocomplejo de casinos en Madrid o Barcelona. Las cifras son espectaculares, se habla de una inversión billionaria (con b) que implicaría la creación de 120.000 puestos de trabajo directos. Sin duda se trata de una obra faraónica que serviría de escaparate internacional.

Pero como siempre no han tardado en surgir las voces discrepantes buscando la parte negativa. “Traerá más prostitución”. Esa es la primera conclusión que han extraído. ¿Acaso no la hay ya? ¿Acaso se está luchando contra las mafias que controlan este “mercado”? Pues no, la prostitución existe, esto es una realidad y basta con pasar por cualquier autovía para sentir vergüenza ajena al ver a chicas refugiándose bajo una sombrilla esperando a su clientela. A un peor nivel de prostitución no podemos llegar.

Necesitamos proyección internacional. En Barcelona fuimos el ombligo del Mundo con la celebración de las Olimpiadas del 92. Pero de eso hace ya 20 años. Hoy estamos prácticamente borrados del mapa. Y cuando tratamos de asomar la cabeza, sirva como ejemplo la próxima celebración del Mobile World Congress, nos encargamos de dinamitarlo con la convocatoria de huelgas de transporte. Los conductores de autobuses amenazan con paralizar la ciudad y los taxistas se están planteando secundar su parón. Si esta es la imagen que vamos a difundir al Universo 3.0 mejor rescindir el contrato. Y de paso renunciar a Eurovegas, aún estamos a tiempo de rajarnos. Siempre nos quedarán la panderetas.

Ejemplos te da la vida

La semana pasada falleció el periodista de la Sexta Dani Montesinos. La noticia la leí por la tarde en twitter y por la noche todos los medios informaban sobre el tema. Lógicamente a esta triste desgracia no podemos buscarle un lado positivo, perome gustaría quedarme con que ha servido para enorgullecerse del colectivo que ha arropado a la familia en estos duros momentos; periodistas que, como Dani, han hecho piña dando una lección magistral de humildad y compañerismo.

El cierre de Spanair es otra tragedia de la que se puede extraer una lección. Un profesor de ESADE especializado en Fusiones y Adquisiciones del sector aéreo ha sido entrevistado esta tarde en la emisora de radio RAC1. Lejos de embarcarse en tecnicismos sobre el complejo mundo de la compra y venta de compañías aéreas, lo primero que ha querido enfatizar es que, un amigo que como muchos otros se ha visto afectado, le comentó que los empleados de Spanair continuaban dando servicio a los pasajeros, pese a haber perdido su empleo.

Chapeau.

Recuperando el blog

Que sí, que sí, que llegadas las fechas es un topicazo, toca hablar de lo que nos proponemos hacer o dejar de hacer, si lo que deseamos es desapegarnos de algún "vicio". Entre mis propósitos para este 2012 figura el recuperar este blog, que tenía bastante olvidado y no sé muy bien el porqué. Espero que se cumpla. Al fin y al cabo sólo depende de mí.

Ah! también espero que el calendario Maya falle. Ahora que me pongo no es cuestión de que se acabe el mundo...